Susurro del Silencio

Luego de asistir a un concierto, en donde todo estuvo lleno de luces, de emoción y obviamente del potente sonido a todo volumen, llegué a casa muy cansado, era casi la medianoche.
Durante el concierto me ubiqué cerca de la tarima, estaba precisamente a un lado de ella, junto a unos poderosísimos parlantes que llenaban el local del sonido de las canciones que todos coreábamos.
Cuando volví a casa y al prepararme para dormir, me percaté de algo que estoy seguro que en alguna situación similar a la que yo viví esa noche, habrás podido experimentar: un zumbido sin fin que molestaba a mis oídos.
Ciertamente ese desesperante zumbido no comenzó en mi habitación, mis oídos lo traían desde el mismo momento del concierto, pero fue hasta que estuve aislado de todo y todos, que lo percibí, interrumpiendo mi silencio.
Nuestros problemas, nuestras preocupaciones, nuestras tristezas, nuestras ansiedades, nuestro diario correr, son similares a esos zumbidos o ruidos que nos impiden escuchar la caricia del silencio en el que podemos encontrar cosas maravillosas; incluyéndonos a nosotros y nosotras mismas.
Te reto a quedarte en silencio en medio de este loco mundo, y apartando ese ruido cosas interesantes: a tu razón, a tu corazón, a tu yo interno, que te susurrará lo que nunca pensaste escuchar, ¡haz la prueba!
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